Esta es la primera entrada de mi nuevo blog. Acabo de empezar a escribir este nuevo blog. ¡Mantente al día para leer más entradas! Suscríbete a continuación para recibir notificaciones cuando publique nuevo contenido.
La basura electrónica, al contenedor de RAEE, además de los puntos limpios. El primer paso es llevar tus aparatos a los establecimientos o grandes superficies que ponen a disposición del usuario los contenedores para su posterior reciclaje. ¿Y qué pasa después de que lleves a reciclar tus aparatos eléctricos o electrónicos? Que has dado comienzo, con este gesto, al proceso de reciclaje.
El proceso de reciclaje. Una vez que hemos depositado estos dispositivos en su lugar correspondiente, comienza la gestión de los residuos de los aparatos eléctricos y electrónicos con el objetivo principal de descontaminar y aprovechar los materiales que contienen y mejorar la protección ambiental y fomentar su posible reutilización.
Transporte y recogida
Recepción del Material. Los electrodomésticos para el tratamiento son recepcionados en las instalaciones siguiendo el procedimiento habitual de cada planta y manteniendo el cumplimiento con la legislación en vigor (Ley 22/2011, de 28 de julio, de residuos y suelos contaminados).
Almacenaje. Se realiza en las instalaciones de forma adecuada, para ello se debe contar con pavimento impermeable y zonas cubiertas, dotadas de sistemas de recogida de derrames.
Pesado. Antes de comenzar el tratamiento, los RAEE deberán ser pesados, para poder así hacer un control de las cantidades tratadas en cada instalación.
Tratamiento previo. El objetivo de los tratamientos previos será incrementar el porcentaje de recuperación de materiales de la instalación. En el tratamiento previo es importante separar aquellos materiales que posteriormente no vayan a ser recuperados, y que se puedan encontrar en cantidades suficientes como para hacer esta operación eficiente.
Tratamiento. El tratamiento que reciban los aparatos será el adecuado para la obtención de diferentes fracciones de materiales que puedan ser recuperados. En este apartado se contemplan operaciones como el cizallado o la fragmentación de los aparatos.
Tratamiento posterior. Después de la separación en diferentes fracciones de los materiales contenidos en los aparatos desechados, algunas fracciones pueden ser recuperadas directamente, por ejemplo, en fundiciones o plantas de reciclado de plásticos. Sin embargo, algunos materiales no han sido todavía separados de forma que su recuperación sea posible. Para estos, se deben hacer tratamientos posteriores de recuperación.
Como podemos comprobar, el proceso de reciclaje para esto tipo de residuos es largo y personalizado por lo que la responsabilidad de que lleguen hasta el final depende de todos, especialmente del usuario.
El proceso de reciclaje comienza en el momento en el que el aparato eléctrico y/o electrónico es desechado, recogido y transportado para su almacenaje y posterior tratamiento, y finaliza una vez obtenidas las materias primas a partir de las cuales se fabricarán nuevos AEE, u otros productos para su puesta en el mercado, es decir, su nueva introducción en el ciclo de vida.
Dónde llevar a reciclar aparatos electrónicos y eléctricos
Ayudar al proceso de reciclado de RAEE es sencillo. Sólo es necesario que lleves esos aparatos al punto de recogida. Dispones de varias opciones (punto limpio, punto de venta o #greenshops), sólo tienes que acudir al que esté más cerca de tu domicilio. Si no tienes claro dónde están, te animamos a utilizar nuestros buscador de puntos para reciclar aparatos electrónicos.
Cómo dotar de una segunda vida a los productos: hacia un modelo de economía circular
¿Has pensado alguna vez en la cantidad de pequeños aparatos electrónicos como cafeteras, ventiladores o secadores que has tenido a lo largo de tu vida? ¿Y en a dónde han ido a parar cuando su vida útil ha terminado?
Usamos infinidad de pequeños aparatos eléctricos al cabo de nuestras vidas, dispositivos que, sin embargo, acaban en la basura cuando han dejado de funcionar o ya no los queremos; pero éste no debería de ser su destino real. Podemos dotar a estos dispositivos de una segunda vida útil si usamos los canales de reciclado correctos.
Según la Oficina de Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUDI), se generan más de 40 millones de toneladas de residuos electrónicos al año; y más del 5% de la basura mundial (en la que se incluye desde la orgánica, plásticos, metales, etc.) pertenece a pequeños dispositivos como móviles, baterías, cámaras u ordenadores portátiles.
En España, cada ciudadano produce unos 10 kg de estos residuos año tras año, cantidad que, con una correcta información acerca de qué hacer con los aparatos electrónicos cuando ya no nos resultan necesarios, podrían contribuir a mejorar los objetivos de recogida separada de estos residuos y contribuir a la “economía circular” y al desarrollo sostenible.
Todos los dispositivos eléctricos que usamos en nuestro día a día pueden tener una segunda vida si los reciclamos. Los usuarios somos los actores principales de un proceso en el que podemos ofrecerles un final apropiado que, por un lado, ofrezca la posibilidad de su reutilización y, por otra parte, ayude a un desmontaje y una descontaminación sostenible, responsable y respetuosa con el medio ambiente.
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No tienes por qué atarte a las decisiones que tomes ahora. Lo bueno de los blogs es que evolucionan constantemente a medida que aprendemos nuevas cosas, crecemos e interactuamos los unos con los otros. Pero está bien saber dónde y por qué empezaste, y plasmar tus objetivos puede darte más ideas para las entradas que quieres publicar.
¿No sabes por dónde empezar? Tan solo escribe lo primero que se te ocurra. Anne Lamott, autora de un libro sobre cómo escribir que nos encanta, afirma que debemos permitirnos escribir un «primer borrador de mierda». Anne está en lo cierto: tan solo tienes que empezar a escribir, y ya te encargarás de editarlo más tarde.
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